miércoles, 15 de diciembre de 2010

JARRA LOCA, INVITACIÓN AL SUICIDIO



Desde hace años cuando damos las charlas en las escuelas, los mismos alumnos nos hablaban de la "jarra loca".



No había una receta uniforme, cada uno le ponía lo que quería.



Era una invitación al suicidio.



Además de las bebidas alcohólicas se le sumaban los energizantes (equivalentes a cinco tazas de café) que en realidad es pura cafeína.



Y el bonus son las pastillas.



El abanico es amplio: desde psicofármacos hasta antialérgicos.



Ante los alumnos hacemos hincapié en los riesgos casi mortales que lleva esta ingesta.




Es más, hay ciertas drogas como la ketamina, anestésico de uso veterinario que luego se utilizó en pediatría, desechándose por los efectos alucinógenos que producía.




El gamahidroxibutirato, usado por los físicoculturistas, y la fenciclidina son sustancias que tienen la particularidad de producir en algunas personas un estado de amnesia, por lo cual se utiliza con fines de violación.



Es decir que la jarra loca, además de ser loca y casi mortal, también produce hechos delictivos.




La jarra loca no respeta condición social, ni sexo, ni nada.



Hay que estar loco para consumirla.




Cuando pregunté por qué lo hacían, la respuesta era para "ver qué se siente" y para "olvidar los problemas de la familia", entre otras cosas.




La familia, la disgregación de la misma, la ausencia de diálogo, el autoritarismo de padres y la rebeldía de los hijos hacen que la jarra loca tenga "éxito".





Veo a diario la involución de nuestros chicos y busco las causas para frenar lo que parece no tener techo.





Las drogas, mi segunda especialidad después de la pediatría, así lo ratifica.




De un país en tránsito por los 90, pasamos a fabricar.





Toda una involución



Insisto en la prevención.




Animo a mis colegas para que lo hablen en sus consultorios, a las escuelas para que integren este tema en su currícula, a los gobernantes y a la familia para prestar más atención a los hijos.







Se puede, no se quiere. Hay indiferencia que es peor.








No hay comentarios:

Publicar un comentario