miércoles, 6 de enero de 2010

RECOMENDACIONES Y CUIDADOS ANTE LA PRESENCIA DE ALACRANES


RECOMENDACIONES Y CUIDADOS PARA LA POBLACIÓN ANTE LA PRESENCIA DE ALACRANES

El Ministerio de Salud de la provincia recordó a la población las recomendaciones y cuidados a tener en cuenta ante la aparición de alacranes, arácnidos venenosos cuya presencia aumenta durante los meses de verano y temporadas calurosas.

Las picaduras de alacrán son venenosas –por lo tanto peligrosas– y requieren especial cuidado en los niños, señalaron desde el ministerio, recordando una serie de acciones a fin de evitar estos accidentes:

Prevención

>> Mantener el hogar y alrededores libre de escombros, ladrillos, tejas, leña, maderas, etc.

>> Tapar grietas u orificios de los revoques de las paredes, sobre todo si estas son de ladrillo hueco.

>> Sellar las cámaras de las cloacas.

>> Colocar malla metálica en las rejillas de las casas.

>> Utilizar insecticidas que sean inocuos para los humanos, animales y plantas.

>> Si se encuentra un ejemplar en su casa, revisar la cama antes de acostarse; no dejar ropa en el suelo y, en ese caso, sacudirla ante de utilizarla; revisar los zapatos –sobre todo los de los niños– antes de colocárselos.

Cómo reconocer a un alacrán

El Tityus Trivittatus es la especie que se encuentra con más frecuencia en la región y es también la más peligrosa.

Presenta una cola con aguijón y púa, pinzas alargadas y el dorso con tres rayas longitudinales oscuras.

La longitud en un ejemplar adulto de alacrán es de entre 40 y 65 mm, generalmente es de color amarillento o amarillo rojizo, con tres bandas oscuras longitudinales en su dorso, excepto los más jóvenes que son de coloración más clara.

Tiene cuatro pares de patas, un par de pinzas, y un par de quelíceros (apéndice prensor).

Los alacranes son animales de hábitos nocturnos, permaneciendo ocultos durante el día en el suelo o entre las cortezas de los árboles. Es frecuente encontrarlos en lugares habitados por el hombre, en las viviendas y en ámbitos cercanos a ellas.

Los principales lugares a tener en cuenta para detectar su presencia son sitios con maderas caídas, escombros, tejas, ladrillos, grietas de paredes, pisos, zócalos, huecos de revestimiento de maderas, en desagües que conectan con cloacas, habitaciones y depósitos sin aireación, detrás de cuadros, bajo los muebles o entre la ropas y los zapatos.

Síntomas

Los síntomas que presenta una persona que fue picada por un alacrán varían en signos y pueden considerarse locales o generales.

Se manifiestan con diferentes grados de severidad, como un intenso dolor en el lugar de la picadura, palidez, náuseas, vómitos, salivación excesiva, “piel de gallina” y palpitaciones.

Generalmente, las picaduras ocurren en horarios nocturnos, se localizan en los miembros inferiores y la población más afectada son los niños.

Hay una serie de factores que determinan la evolución de la infección y que dependen de la persona afectada: el peso, el estado nutricional, la presencia de enfermedades como asma, hipertensión, patologías cardiovasculares, diabetes; y de la especie del alacrán, el número y lugar de picadura, la cantidad de veneno inyectado y la época del año.

Cómo actuar ante una picadura

En caso de picadura es fundamental concurrir rápidamente al hospital más cercano para recibir atención y tratamiento adecuado a la brevedad.

Si el dolor es intenso, se puede colocar hielo en el sitio afectado para aliviar las molestias mientras la persona es trasladada al nosocomio.

Si en la consulta hay síntomas de gravedad, el paciente recibirá suero antiescorpiónico para neutralizar la toxina.-

Para mayor información, dudas o consultas: Programa Provincial de Zoonosis y Vectores. Te: 0342-4573795/93

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