jueves, 17 de junio de 2010

TOMA...TE UNA LICENCIA


Si, hemos escuchado esta recomendación, sugerencia, consejo, aviso, asesoramiento, prescripción, reflexión, en ¿cuántas oportunidades?

¿Cuántas veces, padecemos alguna alergia que no nos deja ni hablar, y seguimos trabajando?

¿Cuántas veces, estamos disfónicas y seguimos trabajando?

¿Cuántas veces, tenemos un resfrío que nos obliga a permanecer casi todo el tiempo con el pañuelo en la naríz y seguimos trabajando?

¿Cuántas veces, padecemos un dolor de cabeza importante, de esos que merecerían que se investigue su origen... y seguimos trabajando?

En general, decimos: " y... espero hasta mañana a ver que pasa..."


En estos casos, nunca escuché la recomendación, sugerencia, consejo, aviso, asesoramiento, prescripción, reflexión...

TOMA...TE UNA LICENCIA.

Ni siquiera... tomá te, café o lo que sea.


Cuando los hechos de violencia escolar a los que nos encontramos expuestos los docentes, día a día en nuestras escuelas, modifican el mapa de riesgo presente en nuestro trabajo, las exigencias y cargas psicológicas y exigencias fisiológicas y ergonómicas, se transforman en situaciones poco probables de resolver por docentes en la soledad de su aula.


Y si no las podés resolver, es cuando escuchamos los docentes:

TOMA...TE UNA LICENCIA

Quizás, algún colega, de un extenso escalafón de suplentes, podrá dar una respuesta al menos por unos días..., pondrá su cuerpo a disposición del proceso salud-enfermedad mientras pueda...


Como dijo Paulo Freire, "Las cosas no son así, están así y vamos a cambiarlas".

Liliana.-





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