En la escuela privada a mi hijo se le cae un compañero durante educación física y se quiebra cúbito y radio con desplazamiento de muñeca izquierda.
Nos llaman de la escuela avisándonos de lo sucedido, nos acercamos en forma urgente con mi esposa y atrás nuestro llega una doctora que le inyecta un calmante.
En ningún momento llegó una ambulancia para trasladar a mi hijo, en ningún momento supieron decirme qué seguro tenía la escuela para que se haga cargo.
Ante esta pasividad me lo llevo por mis propios medios a un sanatorio privado por medio de mi obra social.
Queda internado y lo operan, durante toda la semana no recibimos información sobre el seguro de mi hijo, la doctora nos avisa que tendrá que operarlo otra vez porque uno de los huesos no se suelda.
¡Me citan de la escuela y ante artilugios antiéticos y morales prácticamente me obligan a firmar una nota en la que ellos me pagarán todo los gastos pero que no se responsabilizarán por juicios de daños morales a la escuela.
Con mi hijo nos encontramos en la puerta de una tercer operación.
Me siento angustiado con lágrimas en los ojos porque mi hijo corrió siete años dentro de la escuela, nunca me atrasé en las cuotas a pagar, mi hijo fue el abanderado de la escuela y por culpa de este accidente no pudo realizar su bien merecido viaje de séptimo grado.
Pregunto, ¿dónde está la verdad, moral y ética que la escuela le enseñó a mi hijo durante estos siete años si como papá me mintieron y faltaron a la ética?
Espero que nunca más vuelva a suceder con otros chicos y que las autoridades no se escapen ante las responsabilidades que el establecimiento tiene.
Espero que me ayuden para ver qué puedo hacer como padre desesperado.
José Dessana.
DNI 22.296.723
fuente: La Capital. Edición en papel del 20 Enero 2011.
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