miércoles, 5 de enero de 2011

PROCESARON A UN MÉDICO QUE FINGIÓ IMPLANTAR UNA PRÓTESIS


Fuente: Fotos de tiempos pasados. Utensilios quirúrgicos antiguos.




05-01-2011 La Ciudad




Procesaron a un médico que fingió implantar una prótesis




Por Claudio González / La Capital




Un médico rosarino fue procesado por el delito de lesiones graves dolosas y estafa debido a que sometió a una mujer a una microcirugía en 2004 y le cobró una prótesis de cadera que nunca le implantó.









El hombre quedó en evidencia porque su paciente hizo una interconsulta donde le confirmaron, a través de una radiografía, que no le colocaron el material ortopédico.









Es más, luego corroboró que su dolencia era tratable con sesiones de kinesiología.









Carina S. padecía hacia 2004 fuertes dolores en la región lumbar que le impedían caminar con normalidad.









Con ese cuadro llegó al consultorio del neurocirujano Sergio Crisci, que también fue coordinador del servicio de Neurocirugía del Hospital Eva Perón y docente en la Universidad Nacional de Rosario (UNR).










Implante virtual




El médico le diagnosticó una hernia de disco en la quinta vértebra lumbar y le prometió que sus padecimientos terminarían si, de forma urgente, se sometía a una cirugía mediante la cual le implantaría una prótesis específica en la columna.









La paciente aceptó la sugerencia profesional y se programó la operación para el 29 de julio 2004 en el Sanatorio Los Arroyos (Italia 1400).









La mujer realizó los trámites con la obra social, buscó presupuestos para el implante y se los llevó a su médico.









Finalmente, pagó un plus profesional de 3.500 pesos, además de unos dos mil dólares por la prótesis, que absorbió su obra social, y un monto no revelado por la intervención.









La operación se concretó y en primera instancia su resultado fue un éxito.









Sin embargo, al sufrir algunas molestias en la misma zona del cuerpo tiempo después, Carina decidió volver a visitar a su médico quien estaba fuera la ciudad.









Por eso, decidió consultar a otro especialista.









El nuevo diagnóstico fue una sorpresa.









“Acá no hay ningún implante, lo dice la radiografía”, le dijeron a la decepcionada paciente.









Además, según la segunda opinión profesional, su cuadro clínico era recuperable con trabajos de kinesiología.









Así comenzó a develarse el engaño logrado a través de una microcirugía.









“Es imposible que una prótesis de esas características ingrese por ese espacio”, le reafirmaron en la interconsulta a la mujer que en ese entonces tenía 27 años.









Sorprendida, Carina fue en busca de más datos que confirmaran la estafa.









En el sanatorio donde fue asistida le aportaron un dato clave: la historia clínica.







De médico a juez




Los hechos fueron denunciados penalmente por la damnificada en 2007.








Con el patrocinio de los abogados Adrián Ruiz y José Ferrara, la causa que investigó el juez de Instrucción Nº 9, Javier Beltramone, llevó un tiempo para asegurar las pruebas y confirmar la imaniobra del médico.









“El juez ordenó la realización de una cámara oculta.









Así, se pudo registrar la imagen y audio del médico que explicaba a su paciente cómo había sido la cirugía y los éxitos logrados, algo que nunca se hizo como fue prometido”, explicaron a La Capital Ruiz y Ferrara.









“Lo más grave es que el profesional ordenó un tratamiento invasivo para resolver un cuadro que no lo requería y demoró por mucho tiempo la verdadera rehabilitación de la paciente”, agregaron los abogados.









Cuando el neurocirujano fue llamado a declarar, sus afirmaciones no resultaron convincentes, principalmente ante el protocolo quirúrgico del sanatorio donde no constaba que hubiera practicado la intervención.









Frente a ello quedó configurada la flagrante defraudación ya que recibió una importante suma de dinero (en dólares) por la prótesis que dijo que haber colocado.









Con pruebas irrefutables, el 22 de diciembre último el juez Beltramone procesó a Crisci por los delitos de “lesiones graves dolosas y estafa”.












La resolución, que no está firme, tiene alta probabilidad de derivar en un juicio penal al galeno por su conducta.









La pena para este tipo de figuras puede ir de un mes a doce años de prisión.












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