En estos días agobiantes de intenso calor, el que tiene que concurrir por obligación al palacio de Tribunales encontrará que dentro de dicho "palacio" la temperatura es verdaderamente insoportable.
Ello es así debido a que no se cuenta con un sistema de aire acondicionado que mitigue no sólo en estas épocas el calor intenso sino tampoco el frío en el invierno.
Así recuerdo que hace muchos años un magistrado midió la temperatura exterior y la interior del edificio y comprobó que fuera del edificio el termómetro marcaba 4° y en el interior era de 4° pero bajo cero, y no alcanzaba a calentarse ni con todas las estufas prendidas.
Y ello ocurre desde 1962, es decir, desde que se inauguró el edificio.
También recuerdo que no hace mucho personal de la Ansés, del edificio ubicado en Rioja y Sarmiento, efectuó un paro de actividades porque la calefacción se había roto.
Y aquí en pleno "palacio" nadie se queja porque las autoridades administrativas y judiciales ya han ganado la partida dejando en la estacada no sólo a los que allí trabajan (jueces, funcionarios y empleados) sino que también (lo que es más grave) a la numerosa concurrencia que diariamente padece el frío o el calor, según la época.
Es decir, que se produce una inaceptable discriminación con el público.
Algunos empleados, jueces y funcionarios cuentan con aire acondicionado, ya sea porque han sido provistos (algunos) o porque se procedió a comprarlos por parte del sufriente.
Es hora de que esta situación deba cesar prontamente, sobre todo para el justiciable que debe "bancarse" a como sea (con criaturas y todo) la temperatura que exista en ese momento.
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