domingo, 21 de noviembre de 2010

FIEBRE HEMORRÁGICA ARGENTINA


Ya que usamos esta sección como un medio de comunicación, me pareció conveniente contarles que la fiebre hemorrágica no ha desaparecido.


Mi hija estuvo en un campamento el 25 y 26 de octubre en Carcarañá.


Empezó con dolores fuertes de estómago ocho días después, pensamos que era un dolor por algo que había comido.


Fuimos a la guardia del Sanatorio Ipam y le colocaron un calmante.


El domingo 7 tenía síntomas de resfrío y fiebre medianamente alta.


A la madrugada del lunes su estado febril era de 40 grados y muchísimo dolor muscular más el resfrío.


La llevamos de urgencia al mismo sanatorio y le hicieron todos los análisis y ecografías (pensando en una apendicitis), como no había respuestas a las 14 fue internada.


Con los calmantes los síntomas desaparecían, hasta que el martes a la noche a uno de los médicos se le ocurrió preguntar dónde había estado, y le comenté lo del campamento.



Allí empezaron a trabajar los infectólogos contrarreloj, ya que siete días después de aparecer los síntomas la enfermedad come las plaquetas y glóbulos blancos en horas.


La fiebre ya no cedía, los dolores musculares aumentaban, su estado de ánimo era malo y sólo tenía ganas de dormir.


Ese día los médicos informaron que era posible que le pasaran un antídoto que sólo lo tiene el Hospital Provincial y el instituto Julio Maiztegui, el descubridor de la vacuna.



Gracias a los médicos e infectólogas del sanatorio Ipam, de los cuales no tengo nada que decir, a pesar de los cuidados que tenemos que seguir. Hace un par de días mi hija fue dada de alta.



No hay presupuesto para las vacunas ni nada que podamos saber salvo por internet.


No dejen de concurrir al médico por cualquiera de estos síntomas, hay muchísimos casos no declarados.


Cumplo en tratar de difundir esto para que tomemos conciencia.


Liliana Sluys


fuente: http://www.lacapital.com.ar/ SECCIÓN CARTA DE LECTORES


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